sábado, 25 de octubre de 2014

Iran Oct - 2014 - Viaje 1/7

Iran Oct - 2014

Empieza el viaje 1/7



  
Sábado 4 Octubre – Volando a Irán

Empieza la aventura. Volamos con la Turkish haciendo escala en Estambul. El vuelo es cómodo y los dos vuelos salen sin retrasos.

Llegamos sobre la 1:00 am (ya del domingo) a Teherán, hay que sacar el pañuelo de la mochila y empezar a acostumbrarse a llevarlo en la cabeza. 

Al llegar a la terminal nos regalan una rosa para darnos la bienvenida. 



Los trámites para entrar en el país son sencillos, tenemos visado en regla y solo es poner el sello de entrada.  


Información del Hotel: Parsian Enghelab Hotel
Nº 341 Teleghani Ave – Teherán
www.enghelab.pih.ir
  • Ubicación.- Teherán es una ciudad muy extensa así que es complicado decir si está bien o mal ubicado. Está cerca de la antigua embajada de EEUU y cerca de una estación de metro, así que podemos decir que si está bien ubicado.
  • Acceso a Internet.- Si pero de pago
  • Valoración.- Muy buena - El desayuno es bueno y variado.


Domingo 5 Octubre – Teherán - Masuleh

Hoy toca dormir poco, hasta las 2 y algo no he podido meterme en la cama y como a las 6:00 es completamente de día, se abren los ojos, pero la emoción hace que te levantes con ganas de salir y patear la ciudad para tener el primer contacto con este país y sus gentes.

Las vistas desde el hotel dejan ver lo grande que es esta ciudad y las espectaculares montañas que tiene al norte.


Algunas notas sobre Teherán:

Teherán es la capital de Irán. Está situada en el norte del país, en una meseta, al pie de los Montes Alborz (también llamados Elbourz). Uno de sus picos, el Damavand (5.671 m) tiene nieve en su cima incluso en verano. La ciudad tiene una altitud de 1.100m al sur, 1.200m en su centro y 1.700 m al norte.

Debido a su población (8.429.807 habitantes según una estimación de 2010) e importancia, figura junto con El Cairo, Estambul, Karachi, Bagdad, Casablanca y Yakarta como una de las urbes más importantes del mundo islámico.

Es el centro político y económico de la nación. Más de la mitad de las industrias del país están concentradas en ella, entre las que destacan la textil, azúcar, cemento y automovilística. Es centro del comercio de alfombras. También cuenta con refinerías de petróleo.

Es la capital y lo primero que llama la atención es su tráfico caótico, que hace palidecer a Ciudad de México. Es una ciudad con grandes distancias donde la red de metro solo tiene dos líneas que no cubren los puntos de visita salvo el Bazar. La mejor opción para desplazarse sin duda el taxi. Son muy baratos.

Hay una gran falla situada bajo la cadena del Alborz, al pie de la cual se sitúa Teherán. Hay varias fallas más pequeñas situadas en las llanuras del sur de la ciudad. Teherán está expuesto pues a terremotos, que se desarrollan según ciclos de cerca de 150 años. No ha tenido lugar ningún gran seísmo en Teherán desde hace más de 175 años, y los especialistas consideran que un terremoto importante podría tener lugar en un futuro próximo

Historia: La región está habitada desde la época del neolítico. No obstante, se desarrolló con lentitud y su preeminencia es prácticamente accidental. Desde mediados del siglo XVI el atractivo entorno natural de la ciudad, junto con la excelente caza, la convirtió en una de las favoritas de los reyes sefévidas; de ser un asentamiento comercial moderadamente próspero, se transformó en una elegante pero polvorienta urbe, cuyas fascinantes viñas y jardines fueron descritos por varios visitantes europeos. En 1789, Aga Muhamad Jan la declaró capital y seis años más tarde se coronó Shah de todas las Persias. La localidad siguió creciendo lentamente bajo la batuta de los reyes kayares.

A principios de la década de 1920, la ciudad inició una amplia modernización. Dicho período marcó el comienzo de un espectacular crecimiento de la población y de un desarrollo urbano descontrolado que no ha cesado hasta la actualidad. El Teherán actual es tan grande que resulta inevitable perderse. Para orientarse resultan de ayuda algunos puntos destacados, como los montes de Elburz, conocidos como la Estrella del Norte de Teherán; o bien la enorme torre telefónica de la plaza Imam Jomeini, que domina el interior de la zona sur.

Hoy es la festividad del cordero, por lo que está todo cerrado y se nota en el tráfico, esta ciudad que tiene como estigma el caos de tráfico, hoy está tranquila y apenas hay. Vamos a poder aprender poco a poco el método iraní de cruzar las calles J
Tras desayunar salimos andando hacia la antigua embajada americana. Nada más poner el pie fuera del hotel, te das cuentea de la presencia político-religiosa que impera en el país, hay muchos carteles y pintadas en las fachadas que te lo recuerdan a cada paso.

 
 

Antes de venir he visto la peli Argo y tenía muchas ganas de ver este edificio, no tiene mucho interés arquitectónico pero si ha marcado un antes y un después en las relaciones irano-americanas que han afectado a la situación geopolítica mundial.

Algunas notas sobre la crisis de los rehenes y sus consecuencias: El 4 de noviembre del 79 la Revolución de la Revolución dio un nuevo paso que cogió a contrapié al mundo entero. Los hasta entonces amigos de USA irrumpieron en la Embajada de Estados Unidos en Irán, destrozando todo lo que vieron a su paso y tomando como rehenes a más de medio centenar de diplomáticos y trabajadores de aquel país. Sólo unos pocos pudieron escapar (los de la película de ARGO), mientras que los demás protagonizaron una tensísima crisis de los rehenes siendo mostrados en la televisión con los ojos vendados para sorna de los radicales. El Presidente Carter buscó varios intentos para solventar la situación lo antes posible, pero sus apuestas fallaron. Todavía se escuchan las risas de sus enemigos cuando un helicóptero militar accidentado trucó la conocida como “Operación Garra de Águila” con la que soñó rescatar a los diplomáticos secuestrados. 

Finalmente llegó el acuerdo entre un impopularísimo Jimmy Carter, que había perdido las elecciones contra Ronald Reagan, y el régimen de los ayatolás para liberar a los rehenes el 20 de enero de 1981, casi año y medio después de la toma de la Embajada. 

Con esta pequeña tregua no llegó la paz y las posturas de unos y otros se fueron colocando en posiciones cada vez más lejanas. Después el conflicto interminable entre Israel y Palestina, las guerras en Oriente Próximo con Estados Unidos como protagonista, y la velocísima carrera nuclear en territorio persa sirvió para afilar más aún los cuchillos que ambos países tenían entre los dientes. Sin Jomeini (pero con Jamenei) en el poder, las declaraciones y amenazas del régimen clerical cruzan muy frecuentemente el Golfo Pérsico para encontrarse con los alardeos chulescos de los israelitas y la alargada sombra de su hermano mayor en la Casa Blanca. 

Ahmadineyad no ayudó a calmar las cosas en ningún caso y es ahora con el nuevo presidente electo, Rohani, cuando parece que empieza a verse la luz al final del túnel. La negociación nuclear (de uso civil según Irán y de uso militar según EEUU e Israel) es un tira y afloja con el que se espera las cosas se tranquilicen, por el bien de todos y, sobre todo, de un pueblo hastiado de ser cabeza de turco de sus políticos y de los medios de comunicación que generalizan peligrosa e insolidariamente.

Hoy queda para el recuerdo, aquel edificio que una vez albergó la embajada americana. En sus muros aparecen pintadas antiamericanas y nadie se ha preocupado de quitarlas, esto nos da idea que aunque hayan pasado unos años, el sentimiento que se generó es 4 de Noviembre del 1979 sigue latente o más bien, desde el gobierno quieren que siga latente.

 


Discretamente, paso por la acera de enfrente para poder hacer alguna foto. Impresiona las pinturas anti-americanas que aparecen en el muro que la rodea:
 
 
 


Pero lo más impresionante es el escudo americano en piedra que sigue presidiendo la puerta de entrada, sigue ahí recordando lo que fue. Está muy deteriorado y refleja las agresiones que sufrió durante la revuelta.


Algunas de las imágenes de este suceso que marcó un antes y después en las relaciones Irano-Americanas y tambien en el panorama socio-político mundial:




Entramos en el metro, me sorprende lo moderno que es. No hay muchas líneas, aunque u proyecto inicial era más ambicioso sufrió recortes debido al bloqueo. Aún así, las líneas que hay ayudan a moverse en esta gran ciudad. El precio del viaje es de 5.000 Riales.

El Bazar es el más grande de Irán, con más de diez kilómetros. Es un punto de visita obligada, donde se pueden encontrar alfombras, cobre, oro, pieles, etc. además de mezquitas, albergues y baños. Pero en este viaje no toca, al ser el día del cordero es festivo y está cerrado.

La parte buena, esperaba encontrarme una ciudad con caos de tráfico pero lo que me encuentro es una ciudad tranquila con muy poco tráfico. No debe ser sencillo conseguir una imagen así de un cruce en Teherán :)



Visitamos el museo Nacional, no es muy grande y se pueden ver objetos que describen la historia de Irán desde la prehistoria. Hay muchas piezas de Persépolis entre ellas un relieve en el que se ve la adoración al rey. En Persépolis hay otro igual ya que los persas construían siguiendo diseños simétricos.
 


Hay que destacar una estatua de Darío, no tiene cabeza y fue erigida en Egipto cuando fue embestido como faraón al absorber este territorio dentro del impero persa. En la base y en el manto aparecen inscripciones de jeroglífico indicando su carácter divino, esto era muy importante si quería que el pueblo egipcio lo viera y respetara como su faraón. También aparecen los nombres de las 28 naciones que formaban parte del imperio persa en esa época.


Otros tesoros que alberga este museo:

 
 
 


Hay una exposición temporal sobre los animales en la cultura persa, hay piezas preciosas entre las que destaca un vaso de oro que aparece en todos los libros para representar el  arte persa.
          
 
             
El museo está bien, pero esperaba más. Venía con muchas expectativas que se han quedado cortas.

Paseamos por la ciudad, pasamos por la zona de los edificios de ministerios. Impresiona el detalle de los mosaicos de la fachada, que propios para indicar que estamos en el edificio el ministerio de la guerra.
 

En frente del de comunicaciones hay una simpática estatua de un cartero frente a un buzón.

Vamos hacia el parque Aleh para comer, tiene un restaurante que está bien, un poco pijo para mi gusto pero agradable y va genial para descansar un poco. Dentro hay gente local comiendo, hay una mesa de jóvenes que destacan por lo pintadas que van ellas y sus modelitos escotados y ajustados, yo pensaba que no se podía pero se ve que las nuevas generaciones vienen con aires de cambio.

Vuelta al hotel en metro, hay que ir de nuevo al aeropuerto, en este caso al aeropuerto de nacional. Ponemos rumbo al norte del país.

En el aeropuerto, el control de acceso es diferente para hombre y para mujeres. Hay que entrar por puertas diferentes y al menos en el de las chicas te someten a un exhaustivo cacheo y revisión de equipaje de mano. Eso sí, la botella de agua la puedes pasar.

El vuelo es corto, en línea recta la distancia es corta. El problema son las montañas que hay que salvar, por lo que merece la pena hacerlo en avión.

En menos de una hora estamos en Rasht, allí viaje en bus hasta Masuleh que es el destino final del día. Es de noche y está lloviendo así que lo que disfrutar de las vistas poco, solo relajarse y descansar durante el trayecto. Son solamente 56 km pero la carretera es de montaña y tardamos mucho en llegar.

El pueblo es precioso, no tiene calles propiamente dichas. Las calles son los tejados de las casas, por lo que llegar hasta el hotel con el bus es imposible. Toca arrastrar la maleta sobre los charcos. 

Masuleh es uno de los pueblos de montaña tradicionales (y todavía inalterados) de la provincia de Gilán, junto al mar Caspio. Se halla a unos 1.050 m por encima del nivel del mar y está formado por varios niveles irregulares de casas adosadas de tonalidades crema. Parece que haya surgido espontáneamente en su entorno. Las pendientes son tan pronunciadas que la localidad ni siquiera dispone de un sistema de calles: los techos planos de muchos edificios forman el camino para alcanzar el siguiente nivel.

En Masuleh, no hay apenas infraestructura hotelera así que es este hotel o si no, casas locales donde te pueden alquilar una habitación. 

Se nota que estamos en la montaña, hace un poco de fresquito pero está agradable para pasear. Doy un pequeño paseo pues es tarde y los dos últimos días han sido agotadores entre aviones y bus, mejor descansar para empezar con energía la visita al pueblo al día siguiente.


Información del Hotel: Hotel Mhrane
  • Ubicación.- Buena, en medio del pueblo. Esto no es complicado pues es pequeño. Tiene unas vistas preciosas desde la habitación.
  • Acceso a Internet.- No hay wifi ni se la espera
  • Valoración.- Hotel sencillito pero cómodo y lo bueno es salir de allí sin que hayan explotado todas las bombonas que había desperdigadas por los pasillos. El olor a gas era exagerado


Lunes 6 Octubre - Masuleh

Arriba prontito, la luz del sol se cuela por las ventanas y te despierta. Desayuno perfecto con pan recién hecho. Eso sí, sin café. Habrá que acostumbrarse, no tener café en los desayunos va a ser una tónica en la mayoría de los hoteles en este viaje.

Toca paseo por la ladera de la montaña. Tenemos suerte pues aunque las previsiones  eran lluvia, no se cumplen, y lo mejor es que no hay barro por el camino. Damos un paseo suave hasta una cascada.
 
Por el camino, a la ida, vemos varias flores de azafrán silvestre cerradas que a la vuelta ya se han abierto con el sol. Nunca había visto esta flor, es sencilla pero muy bonita.

Al bajar hacemos una parada en un pequeño cementerio con tumbas muy antiguas. Aquí reposan gente con cierta relevancia. 

 
En medio hay una construcción que alberga el mausoleo de un descendiente de alguno de los 12 imames.  A este lugar se le llama Imansaned. 
Entramos en la Imansaned, su decoración es chocante: es un mausoleo musulmán y tiene un cuadro donde aparece la virgen María y hay algún otro donde aparecen rostros humanos pero recordemos, son Chiitas y los chiitas tienen sus peculiaridades que los acerca a la iconografía y la pasión de los cristianos que no existen en los musulmanes Sunitas.

Hay varias hornacinas con cuadros, libros y otros objetos. A quien os recuerda el rostro de la última imagen???

 
Este es el momento de recordar alguna información del islam en Irán:
El islam llega a Irán con el segundo califa y se extiende muy rápido. A esta rapidez ayuda mucho:
  • Si te conviertes, no tienes que pagar la Yizia (Impuesto a los no musulmanes que se reclama al vivir en una zona bajo poder del Califa)
  • Irán estaba bajo el poder sasánida, una cultura muy clasista donde no era fácil subir en el status social. El Islam viene con ideas de igualdad que convence a la gente.
  • Ya eran monoteístas (el zoroastrismo tenía un único dios) por lo que el cambio no es tan fuerte
  • La fórmula de conversión al Islam es muy sencilla, basta con decir ejecutar la profesión de fe, que es decir en voz alta “Ala es único y Mahoma su único profeta”.
Se unieron por tanto la base cultural y religiosa del islam con la cultura y la buena organización social  que tenían los persa dando lugar a un país y una cultura que tiene sus peculiaridades y la hace muy diferentes del resto de países islámicos.
Recordar que en Irán son musulmanes chiitas y no sunitas. Para más detalle de las diferencias entre ambos:



Seguimos nuestro recorrido de vuelta hasta el pueblo, cuando salimos no había nadie, pero ahora se ve muy animado. Todo es turismo local, este pintoresco pueblo de la montaña atrae a muchos iranís que aprovechan cualquier espacio para montar su picnic o fiestecita.

 
 
Subiendo la ladera al otro lado del río, hay preciosas vistas del pueblo:

 
Es gracioso ver que las calles por las que paseas, son realmente los tejados de las casas. Pero claro, no son como nuestros tejados a dos aguas, estos son completamente planos de los que emergen pequeñas chimeneas de formas extrañas.


Adentrándose en el pueblo, hay varias pastelerías artesanales. Son muy típicas las pastas que se elaboran aquí. He probado unos que son una especie de mantecado y realmente estaban deliciosos.
Hay puestos en los que se venden golosinas a base de futas, el aspecto no es muy atrayente da la sensación de ser empalagoso, pero nada más lejos de la realidad, son ácidas y están riquísimas. Recomendable probarlas.

Hay también tiendas de objetos de cerámica y muchas, muchas tetarías. Están al aire libre y desde ellas las vistas al valle y al pueblo merecen la pena.
En las tiendas de artesanía tienen muñecas hachas de lana que son graciosas

pero otras con trajes tradicionales que dan un poco de miedo, creo que es por la “uni-ceja” que es símbolo de belleza por estos lugares. Son ideales para una peli de miedo :)
Lo que parece gracioso, son la cantidad de negocios de fotografía en los que te dejan ropa típica y tienen decorados, dentro de la propia tienda, emulando escenas tradicionales que mezclan con puntos pintorescos del pueblo para hacerte un book. No sé si esto sería negocio en España pero aquí es muy muy rentable, hay varias y en todas tienen clientela. Alguna muestra de estas simpáticas puestas en escena.

 
 
 Otros no necesitan ni fotógrafo, que sofisticación para conseguir tu selfie :)



En este primer día de contacto con la gente, ya detectamos su amabilidad y su interés por nosotros. Una anécdota es que estando en una de las teterías, teníamos a una pareja con un niño pequeño al lado, se pusieron a hablar con nosotros interesándose de cómo era nuestro viaje, que habíamos o íbamos a ver… y al irse, se despidieron amablemente dándonos las gracias por haber estado hablando con ellos. Cuando pedimos la cuenta, nos dijo el camarero que ya estaba pagado. Esto no suele ocurrir en otros sitios, al menos yo no me lo he encontrado. Hospitalidad persa lo llaman :)

Algunas imágenes del pueblo:

 
 



 
 


Por la tarde baja un poco la niebla y le da un encanto especial
 
 
Después de cenar en una de las terrazas, a dormir. La sorpresa es que ya han arreglado nuestro calentador y se puede disfrutar de una ducha caliente antes de ir a la cama.



      

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